Yo lo quería tanto. Cuando todavía ibamos al colegio, me iba a buscar en invierno, a veces cuando llovía, y me esperaba en la puerta. Después caminabamos hasta una calle cerca de mi casa, y ahí ya no me importaba nada, lo tenía cerca y lo abrazaba, lo miraba todo el tiempo sin necesidad de decirle "te miro porque.." y tener que inventar una excusa, porque lo podía mirar, porque él estaba ahí conmigo y yo estaba con él.
Hasta el último día que me vino a buscar, a mi me gustaba estar con él y nada más. Después ya no vino más, y al tiempo lo dejé de mirar porque las cosas fueron así, pero lo quería tanto.
Yo estaba loca, y él era como cualquier hombre de su época, un hombre y nada más.
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