Hay que seguir la lucha con lo que podamos, hasta que podamos. En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.

07 noviembre, 2010

Tercer guerra mundial.

" No te me acerques mas, no quiero verte aqui,
me ire volando al mundo que ya no exista el fin
Dejame llorar, dejame sentir, dejame salir,
que ya no quiero estar tan solo, quiero existir.
A quien le importa cuanto debi sufrir?
a quien le importa un carajo si fui triste o fui feliz? "
 
Hoy lo único que me sale es contar lo que pasó un día que cambió mi vida. 
18 de Diciembre del 2007.
No hay nada peor que escuchar llorar o gritar a un chico chiquito. No podía terminar de despertarme, pero cuando lo hice la primer imagen creo que fue mi hermanita llorando y gritando. Ni bien me paré como pude al lado de mi cama, mi mamá corriendo. -Entren a tu pieza y cierren la puerta, no salgan por nada!- gritaba desde la escalera del living. En el medio de eso mi hermana más grande viene, en el mismo estado que yo, y ente golpes y corridas nos encerramos las cuatro. Ahí termina lo más nítido que me acuerdo. El resto son insultos que núnca pensé que iba a escuchar de una persona, golpes en la pared, correr las camas para apoyarlas en la puerta y qe no la pudiera abrir, y el ahí, rompiendo todo. Diciendo que nos mataba, que nos ibamos a morir. Imagen fuerte para vivir un dia de Diciembre a la mañana, a los 13 años. Sabíamos que si no pedíamos ayuda no saliamos vivas, asique cuando los vecinos se dieron cuenta de los golpes y los gritos, vinieron a ayudarnos. Para ese momento ya estaba todo roto, en un arranque de locura extrema el hombre había roto toda la casa amenazandonos con todo lo que estaba a su alcance. Parece que estoy viendo una película de terror cuando se me viene la imagen de tres mujeres adentro de una pieza sosteniendo la puerta para que alguien que esta afuera no la abra, mientras ese alguien le pegaba a esa puerta con un palo que atravesaba la madera, y la más chiquita apoyada n la ventana -Papi para por favor, o me tiro..- siete años tenía cuando dijo eso, SIETE. Sentí que ya no podía más, me sangraban las piernas de tantos golpes y si seguía sosteniendo la puerta me iba a morir. Vi por la ventana del primer piso y me volvió el alma al cuerpo, pero era por un rato. Una escalera, los vecinos ayudandonos a salir. Pero yo no podía soltar la puerta, si la soltaba nos moriamos. Del otro lado solamente se escuchaban insultos desagradables y extremadamente violentos, amenazas, muchas amenazas que núnca en mi vida me voy a olvidar. El infeliz de mierda pedía por mi hermana diciendo que la iba a matar, pero mi hermana ya no estaba ahi, la habian ayudado a bajar después de sacar a mi hermanita para que no se tire. No aguanté más, entre el ahogo del llanto que no podia parar, los gritos, mis pieras que no me respondían, el dolor de los palazos, la puerta que se me venía encima partida al medio de las piñas, y el nudo en la garganta grité que por favor pare, que no podíamos mas, que mi hermana ya no estaba ahí. ¿Para que? para que habré dicho eso.. "Bueno, si no está acá, la voy a buscar abajo a esa puta de mierda", en menos de tres segundos sentí el ruido de la escalera caracol que hacia bajar a algiuen, mi mamá corriendo y yendosé por la ventana para llegar primera y que no llegue a agarrarla, y yo parada en el medio de mi pieza. Pensé en meterme abajo de mi cama y no salir hasta que no hubiera pasado el huracán, pero no podía. Corrí, salté por la ventana, bajé una escalera recién puesta y en ese momento no me di cuenta de la cantidad de gente que estaba parada en la pueta de mi casa porque no podía ver más que a mi vecina diciendo "chicas entren a mi casa, entren rápido, tranquilas que ya viene la policía corran corran!". Mientras nosotras corríamos en piyama y camisón a escondernos, mi mamá trataba de parar a la bestia que nos iba a matar. Si, papá postizo nos había querido matar.
Después de eso todo es lo mismo, llantos, policía, patrullero, comisaría, declaración, y las palabras claras del comisario: "vayan a su casa, saquen sus cosas y vayanse ya". Vecinos ayudandonos a sacar nuestras pertenencias, entre vidrios y puertas rotas, vaciar nuestra casa  destruida en dos horas e irnos.
Una persona necesita tiempo para digerir las cosas, cuando uno se muda necesita un tiempo, quizás sin darse cuenta, para despedirse de esa etapa que está dejando. Eso fué así, esa fué la despedida al barrio al que no volví. Y después, casa de mi abuela. Amontonamiento, más llantos, más declaraciones. Con el pasar de los días iba concientizandome de lo que había pasado, y los llantos eran cada vez más largos y menos espaciados. A él, lo habian internado en Opendoor, atado a una cama, aunque hubiera preferido que terminara en El Borda y se lo coman las ratas, hijo de puta, te hubieras muerto. Fue uno de esos días que no se olvidan.
Pero para entender un suceso del presente hace falta conocer el pasado, decia mi profesor de historia. Si, había un pasado bastante jugado.
Fueron ocho años los que se vivieron así. La casa era una locura, las peleas eran una locura y de hecho, las personas estaban locas. Los moretones en el cuerpo de mamá, las amenazas diarias de muerte, ¿quién puede ser tan enfermo como para amenazar a una nena de muerte? él. Reconozco que yo no era un angelito, pero tampoco me merecía la muerte. De hecho, me merecía un premio por aguantar todo lo que aguantaba. Las ironías, humillaciones, verguenzas, abusos de autoridad.. machismo hecho y derecho. Golpes, gritos, puños, cachetadas, hasta llegó a revolearme algo en la cabeza algún que otro día en uno de sus ataques. 
Yo trataba de distraer a mi hermanita, mientras escuchaba como en a parte de abajo el daba golpes y decñia que nos iba a hacer la vida imposible; que eramos lo peor, que yo no era hija de mi papá.. eso, eso dijo. Que mi mamá era una puta, que mi papá no era en realidad mi papá. Pegame de nuevo en las piernas si querés, todas las veces que se te ocurra, pero con mi familia y mi sangre no. Mi mamá no es ninguna puta, forro culo roto. No podía hacer nada más más que tragarme el llanto que se venía y distraer a mi hermanita, todos los días que podía. En el colegio me iba pésimo, necesitaba algo para escaparme de esa guerra mundial que era mi casa. Y ahí llegó, hermosa, única, salvadora, mi música. Pasaba horas escuchandola, pero para ese momento era todo un poco diferente.. mi vida era un caos, tenía miedo de despertarme un día y encontrar a mamá muerta, o a mi hermana cagada a palos. Asique yo, también era un caos. Tintura negra, canciones que hablaban de morirse antes de seguir aguantando. "Mirame, quien sabe a donde llegaré? Tómame, no hay suelo ya dónde caer. Ven, llevame del dolor, que está oscuro y no oigo tu voz, solo quiero respirar, que a noche me va a matar..".
Me sentía muerta. Creo que viví mueriendome durante mucho tiempo, aunque nadie se daba cuenta. Sabíamos que mi casa era un desastre, tenía miedo de pasar la noche y que a la mañana empiece todo de nuevo, o peor. No aguantaba más vivir así, the horror show era lo mismo que estar ahí, me estaba volviendo loca, y era demasiado chica para volverme loca. No aguantaba los días, las cosas eran feas, malas. Mis amigas no entendian porque había empezado a fumar (o hacerme la que fumaba) pero era más que eso. Ahí empecé con todo lo de más. Cada vez que escuchaba los gritos y golpes, mi mamá llorando y veía sus moretones, no podía evitarlo. Estaba pasando por un momento horrible, y nadie lo entendía. Secuelas till today.

Hubiera preferido que las cosas se den de diferente manera, pero de todas formas soy feliz hoy en día con lo que tengo y me alegro que haya terminado, aunque la mayoría de mis problemas serios sean una especie de "reacción alergica tardía" a todo lo que viví. Y esto es nada mas que una parte, seguiría pero mi cara me pide que pare de llorar y me acueste, son las 05:18.

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